sábado, 6 de febrero de 2016

PERRO CALLEJERO



Estoy en este mundo para ayudar al hombre, acompañarlo, cuidarlo, amarlo y defenderlo;
sin embargo, él no me toma en cuenta
porque sabe que soy mestizo...
un pobre perro callejero.
Sé que no soy hermoso, estoy sucio y enfermo,
padezco de hambre, desamor,
frío y soledad
y aunque me acerco a alguien a pedir misericordia
soy maltratado sin piedad.
Vago por las calles...
luchando contra la indiferencia, contra la vida misma,
contra la crueldad de los seres humanos
y me pregunto: ¿qué les he hecho?...¿por qué me hacen daño?
Dios me colocó en la tierra al igual que a ellos
y aunque tengo el mismo derecho a vivir en ella,
soy prisionero de mi propia libertad.
Puedo servir en mucho si alquien me quiere a su lado,
aprendo pronto, soy audaz e inteligente,
tengo malas mañas pero sabré superarlas...
Desgraciadamente, si no consigo el amo que tanto anhelo,
no sé qué será de mi vida, no sé cuál será mi destino;
quizás muera atropellado algún día
o envenenado por mi gran amigo...

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