sábado, 6 de febrero de 2016

Orinarse dentro de casa...




La costumbre de algunos perros de orinar dentro de casa, puede obedecer a la necesidad de marcaje territorial (en el caso de machos dominantes), al hecho de tener cerca una hembra en celo o a otros motivos. Estos perros, en sus paseos diarios, que normalmente suelen ser de 2 ó 3 veces, juegan y hacen sus necesidades y, el orinarse dentro de casa, suele ser una conducta aislada o puntual.

Si la micción se produce por alguna cuestión de las mencionadas, con un simple estímulo aversivo y con la limpieza rápida del sitio marcado, se podría solucionar. La finalidad es que el perro no asuma la casa como una parcela más donde puede orinar.
Pero lo que realmente suele ser ya un hábito y a su vez un problema para el dueño, es el perro que se saca a pasear más de 3 ó 4 veces al día, más de media hora e incluso los fines de semana, siga orinando en casa. Los paseos se alargan a una hora, el perro se dedica a jugar con otros perros, a saludar al vecino o a traerle un palito al dueño pero de orinar, nada de nada.

El dueño opta por pasear al perro con su correa, sin soltarlo, por si el perro asocia los paseos con juegos y el w.c con la casa, bueno...¡pues ni por ésas! El perro en la calle no hace nada y al llegar a casa espera a que el dueño se marche a otra habitación o se va él para defecar a su antojo. Nunca lo hace delante de su dueño ¿y eso porqué? ¿qué pasa? ¿por qué el perro actúa así?.

La respuesta es simple:el perro se esconde a la hora de defecar, porque en algún momento se le ha castigado esa conducta y ahora entiende que delante del dueño no puede hacer nada por temor al castigo. Lo que debemos hacer es elogiar al perro cuando lo veamos orinar de tal forma que él se sienta bien y no tema hacerlo en presencia de su amo.

Hay que tener en cuenta, que desde que el perro es cachorro, debemos llevarlo al sitio indicado de evacuación para, acto seguido, premiarlo con caricias y elogios. Nuestra actuación debe ser la misma en el caso de que nuestro perro sea adulto. Para un perro, aprender esto no será difícil ya que entenderá que la casa donde vive, es su madriguera. Para ellos es innato, en sus esquemas de conducta, mantener la higiene donde viven.

Hay perros, que se sienten inseguros o intimidados y se pueden orinar en señal de sumisión frente a su dueño incluso cuando los saluda. En estos casos, el dueño tendrá que ponerse a la altura de su perro, agachado, sin mirarle a los ojos fijamente y hablarle en un tono de voz suave.

De un modo global éstos suelen ser los casos que se nos pueden presentar relacionados con esta conducta.

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